Rodolfo Ramos Álvarez
Rodolfo Ramos Álvarez

Yo les hablo de líderes y les viene a la cabeza, así a bote pronto, Steve Jobs y Gandhi en el mejor de los casos. Quizás asome por sus mentes Florentino Pérez, si son forofos del Real Madrid o Puigdemont si son independentistas amantes del flequillo de los Beatles.

Pero, por un momento, pensemos que el liderazgo no es simplemente ese rollo que te suelta el director del instituto en las asambleas. Vamos a hacer el esfuerzo de pensar que detrás de este concepto existe una verdadera travesía filosófica. Desde Hannah Arendt hasta Cornel West, pasando por muchos otros, el hecho de ser líder, ha sido un tema interesante para los cerebros más hipervitaminados del siglo XX y XXI.

De ellos y de su visión de lo que significa ser el guía de un grupo de personas, cual entrenador de galácticos, vamos a hablar hoy. Nos centraremos en cómo sus versiones de cómo ser un jefe sin convertirse en un tirano de tres al cuarto. Aquí vamos, agárrense que vienen curvas.

Rodolfo Ramos Álvarez
Reverenciando al amado líder

1. Hannah Arendt y la fiesta de la autoridad

Hannah Arendt, que era más de actuar que de quedarse mirando, nos dice que ser líder es como ser el alma de la fiesta pero sin necesidad de poner la música a todo volumen. En su libro estrella, «La condición humana», Arendt diferencia entre tener el poder y saber qué hacer con él. Un líder de verdad sabe bailar con la autoridad sin pisar a los demás, invitando a todos a que se unan al baile, no obligándolos a seguir sus pasos.

2. Michel Foucault y el poder va y viene

Para Michel Foucault, que veía el poder como algo que se pasa de mano en mano como un meme viral, un líder es más un influencer que un jefazo. En su mundo, mandar es saber moverse en una red de TikToks sin fin, entendiendo que cada cual tiene su say en este baile llamado sociedad. No se trata de imponer, sino de inspirar y, quizás, de conseguir unos cuantos likes en el camino.

3. Jürgen Habermas y el WhatsApp grupal

Jürgen Habermas podría ser ese profesor que insiste en que debatamos todos antes de decidir a dónde vamos de excursión. Según él, un buen líder es el que crea un grupo de WhatsApp donde todos puedan dar su opinión y se llegue a un acuerdo sin tener que dejar en visto a nadie. Su idea de la «acción comunicativa» es básicamente eso: chatear, entenderse y luego actuar todos juntos.

4. Simone de Beauvoir y la vida no es blanco o negro

Simone de Beauvoir nos diría que ser líder es aceptar que la vida es un meme complejo, lleno de grises más que de blancos o negros. Para ella, un buen líder reconoce las ambigüedades de la vida y no pretende tener todas las respuestas en un tuit. Manejar esta incertidumbre con gracia es, según Simone, el verdadero reto del liderazgo.

5. Cornel West y el líder que levanta la voz

Cornel West, el filósofo que no tiene pelos en la lengua, nos habla de un «liderazgo profético», que no es predecir si vas a aprobar matemáticas, sino luchar por la justicia y hablar por los que no tienen voz. Según él, un líder es alguien que no solo guía, sino que también se planta y dice lo que otros no se atreven, aunque sea políticamente incorrecto.

Cornel West
Cornel West podría haber sido un cantante de rock por sus pintas

Como ven, ser líder según estos filósofos no es coser y cantar. No es simplemente dar órdenes y esperar que los demás las cumplan sin rechistar. Es entender, comunicar, inspirar y, a veces, meterse en unos fregados filosóficos para sacar adelante al equipo. Así que, la próxima vez que piensen en liderazgo, recuerden que es más arte que ciencia, más diálogo que monólogo y definitivamente más meme que manual.

Rodolfo Ramos Álvarez
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