¿Eres más que un nombre? Que le pregunten a Mayonesa Cigarro

A veces parece que el destino empieza en el nombre, y cuando te llamas Descartes, lo mejor es que tus padres no sean adictos al póquer o que no te dé por jugar en un equipo de fútbol donde no seas tan bueno como para pisar el campo.

Pero hoy quiero hablaros de una filósofa que se quedó grabada de forma injusta en Internet con un mote por culpa de un meme. Sin embargo, gracias a eso no olvido su nombre real. Espero que a vosotros se os pegue también en el cerebelo como me pasó a mí la primera vez que los escuché.

Hay anécdotas de pensadores que te hacen sonreír, pero en esta ocasión hablaremos de una mujer cuyo sobrenombre gracias a la cultura de los memes y el poder de Internet no puede quedar ignorado.

Ahora bien, quiero dejar claro que esta entrada está hecho desde el respeto y la admiración de una mujer increíble. No puedes dudar en absoluto de que detrás de lo que te voy a contar hoy se escondía un cerebro brillante y una voluntad digna de elogio.

Si no hubiera marcado de alguna forma el pensamiento filosófico, no estarían en este blog. Bueno, la verdad es que no puedo ser exigente viendo el nivel que yo mismo ofrezco. Vamos allá.

Mayonesa Cigarro

¿Quién es?

Su nombre verdadero es Simone Weil. Por qué aparece con este apodo ridículo lo dejo para más adelante. Podrás pensar que este nombre se lo inventó alguien que la vio comiéndose un sandwich de ensalada con alioli mientras se metía un Marlboro entre pecho y espalda. Sin embargo, la realidad es más absurda aún. Simone fue una mujer brillante que defendió la importancia de la representación femenina en la historia de la filosofía. Albert Camus la describió en 1951 como «el único gran espíritu de nuestro tiempo».

Simone Weil fue una de las figuras más fascinantes y enigmáticas del siglo XX, destacada no solo por su brillantez filosófica, sino por su inquebrantable compromiso con la justicia social y su misticismo profundo. Nació en París en 1909 en el seno de una familia judía laica. Ingresó en la prestigiosa Escuela Normal Superior de París con la calificación más alta —solo superada por Simone de Beauvoir. Se dice que desde el inicio de su vida tuvo como objetivo la búsqueda incansable de la verdad y la justicia. Esto la llevó a combatir en múltiples frentes, desde las aulas hasta las trincheras.

Activista comprometida

Lo más llamativo de Weil es su habilidad para unir acción y pensamiento. Fue una activista comprometida, participando en la huelga general de 1936 y uniéndose a la Columna Durruti durante la Guerra Civil Española. Este paso no fue meramente simbólico. Weil se unió a los combatientes en el frente de Aragón y, aunque profundamente pacifista, no dudó en observar de cerca la guerra y sus atrocidades. Su testimonio sobre la brutalidad vivida en el campo de batalla refleja la honestidad moral que siempre guió sus pasos.

Durante la Segunda Guerra Mundial, Simone Weil se unió a la Resistencia francesa. Luchó no solo contra la ocupación nazi, sino contra todas las formas de opresión. Su vida se extinguió tempranamente en 1943 a causa de la tuberculosis. Sus escritos —tanto filosóficos como místicos— han dejado una huella imborrable.

¿El porqué de su feo apodo?

No es nada fácil averiguar por qué a Simone Weil un buen día empezaron a llamarla Mayonesa Cigarro. Sin embargo, la dificultad no estriba en la complejidad de las fuentes a investigar sino en el sinsentido que hay detrás de tan magna estupidez. No hay más razón que un meme. Un meme que alguien creó y que adornó con la foto de la luchadora Simone Weil pero bautizándola con un nombre ridículo, imagino que para hacer gracia. El meme tuvo éxito y el resto es historia de Internet.

Epílogo

Conocido por tener el apellido más largo registrado, Hubert Blaine Wolfeschlegelsteinhausenbergerdorff no fue un filósofo, pero su nombre se ha vuelto legendario por su longitud y complejidad. Además, es un contrapunto perfecto para una entrada al blog tan seria como la que llevaba hasta ahora. Aunque no dejó una obra filosófica, podríamos imaginar que tener un apellido así lo hizo reflexionar profundamente sobre la paciencia. Más aún sin ser un Borbón, que ya sabemos lo mucho que les gusta ponerse nombres largos.

¿Qué defendía el bueno de Hubert?

Ignoro si jugó al fútbol y era defensa, por lo que no sé si defendió algo en su vida. Pero si hubiese sido filósofo, probablemente su lema habría sido: «La vida es larga… pero no tanto como mi apellido». Seguramente, el ejercicio de escribir su nombre completo le habría hecho desarrollar una filosofía de la perseverancia, recordándonos que la paciencia es una virtud. Pensad que si no sacó buenas notas en el instituto fue por el tiempo que perdió durante todos los exámenes en escribir correctamente su nombre.

¿Eres más que un nombre? Que le pregunten a Mayonesa Cigarro